Cultivar cannabis en exterior es una de las experiencias más gratificantes para cualquier cultivador. La fuerza del sol, el aire fresco y el espacio natural ofrecen a las plantas un entorno único que, si se maneja correctamente, puede dar cosechas abundantes y de excelente calidad.
Sin embargo, muchos principiantes —e incluso cultivadores con experiencia— cometen errores que pueden arruinar meses de trabajo.
En este artículo repasamos los 20 errores más comunes en el cultivo exterior de cannabis y cómo evitarlos para asegurar una cosecha sana, potente y de gran sabor.
1. Elegir una genética inadecuada para el clima
Cada genética está adaptada a condiciones específicas. Una sativa tropical en una región fría y húmeda sufrirá moho o no madurará. Lo ideal es seleccionar variedades resistentes al clima local.
2. Plantar demasiado tarde o demasiado temprano
El fotoperiodo natural marca el desarrollo de la planta. Siembra tardía = plantas pequeñas. Siembra temprana = revegetación y estrés. El calendario es clave. Los meses ideales para sembrar seria despues de octubre ya que septiembre suele ser lluvioso y de tormentas.
3. Exposición solar insuficiente
El cannabis necesita al menos 6–8 horas de sol directo al día. Colocar las plantas en zonas sombreadas limita crecimiento y producción.
4. No preparar bien el suelo
Un suelo arcilloso, compacto o sin drenaje asfixia las raíces. Un suelo con varios cultivos se queda sin nutrientes al tiempo. Lo ideal es enriquecer con compost, perlita y materia orgánica antes de plantar.
5. Riego inadecuado
El exceso provoca pudrición radicular; el déficit, estrés hídrico. La clave: buen drenaje y riegos constantes pero moderados.
6. Ignorar el pH del agua
Un pH incorrecto bloquea nutrientes. Siempre conviene medir y ajustar el agua de riego. Podemos usar dolomita para corregir ph del sustrato.
7. Fertilización incorrecta
Sobrefertilizar es tan dañino como no abonar. El exceso de nitrógeno en floración es uno de los errores más graves.
8. No proteger del viento y tormentas
Las ráfagas pueden quebrar ramas y las lluvias prolongadas generan hongos. Tutores, mallas y barreras naturales son indispensables.
9. No prever el espacio de crecimiento
Muchas plantas en exterior pueden superar los 2 metros. Amontonarlas o no podarlas limita la circulación de aire y favorece plagas.
10. Descuidar las plagas
En exterior, los insectos siempre están presentes. Prevenir con biocontrol (jabón potásico, neem, micorrizas) es mucho más eficaz que intentar controlar una plaga avanzada.
11. No prevenir hongos
El oídio y la botrytis son enemigos clásicos. Sin podas de aireación, preventivos biológicos y vigilancia constante, las flores pueden perderse en días.
12. Usar pesticidas químicos
Algunos pesticidas agrícolas no son aptos para consumo humano. Es preferible recurrir a productos orgánicos o biológicos específicos para cannabis.
13. Polinización accidental
Un macho no detectado o el polen de cáñamo cercano pueden arruinar toda la cosecha llenando las flores de semillas.
14. No proteger frente a animales o robos
Perros, gatos, aves, roedores… y también ladrones. Un cerco, camuflaje o ubicación estratégica es vital.
15. Podas mal hechas
Una poda agresiva en el momento equivocado debilita. También es un error no podar nunca: la planta se vuelve densa y propensa a hongos.
16. Subestimar el olor
El aroma en floración puede ser intenso y atraer atención indeseada. Es un error no considerar filtros naturales o barreras de olor.
17. Ignorar factores estacionales
Las heladas, lluvias prolongadas o incluso las fases lunares influyen en el desarrollo. No prever estas condiciones naturales resta calidad.
18. No identificar deficiencias nutricionales
Confundir carencias con excesos lleva a diagnósticos equivocados. Observar el color y textura de las hojas es clave.
19. Cosechar en el momento incorrecto
Cortar antes de tiempo reduce potencia y sabor; cortar tarde degrada terpenos y cannabinoides. Los tricomas son la guía más confiable.
20. Secar y curar mal la cosecha
Muchos creen que el trabajo termina al cortar. Un secado rápido o sin control de humedad arruina el sabor, y un curado deficiente deja flores ásperas y sin aroma.
Conclusión
El cultivo exterior de cannabis es un arte que requiere observación, paciencia y aprendizaje constante. Evitar estos errores comunes es la mejor manera de asegurar una cosecha sana, potente y de calidad.
En Hollyweed Grow Shop te acompañamos en cada etapa: desde elegir la genética adecuada, preparar el sustrato y proteger tus plantas, hasta guiarte en el secado y curado.
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